lunes, 2 de julio de 2012

YPF, la historia del revés



Lo que nació como un emprendimiento estatal inédito en el mundo, conocido como Yacimientos Petrolíferos Fiscales, terminó siendo el ejemplo más claro de las privatizaciones y del neoliberalismo más cruel en Argentina y América Latina.

Este año se presentó y aprobó un proyecto de pseudoestatización de YPF, por parte del gobierno de Cristina Fernández, en el que el estado argentino se quedó con el 51 % de las acciones de Repsol YPF.
Esta medida y la política hidrocarburíferas están muy lejos del proyecto inicial de Enrique Mosconi, que surgió con el objetivo de poder autoabastecer al país de petróleo y dejar de depender de otros países. Hoy en día, el desabastecimiento está latente mientras las multinacionales exportan todo el crudo que extraen de las perforaciones que realizó YPF y Gas del Estado en su momento.


Hace una semana se hizo sentir nuevamente el desabastecimiento del combustible en la región. Horas de espera y largas colas de autos se veían  en las estaciones de servicio  de todo el país.

Tierra Sublevada II: Oro negro, es un documental dirigido por Fernando "Pino" Solanas en el 2011, que refleja esta situación a través de entrevistas, historias de vida e imágenes de las zonas petroleras.
Los protagonistas del documental: ex ypefianos, personas afectadas por la contaminación que la empresa produce y profesionales, dan cuentan de una realidad que hoy nos toca vivir.

Tres son las historias que me gustarían destacar: por un lado, la historia de Rodolfo "Chiru" López", para hacer referencia al sentimiento de pertenencia que tienen aquellos trabajadores que “fundaron” YPF. Por otro lado, José "Pepino" Fernández , ya que como creador de la UTD como una alternativa a la pobreza y al abandono gubernamental. Y, por último, la voz de la ex vocera de la confederación mapuche, Verónica Huilipan, como muestra no solo de la contaminación ambiental sino también la transformación de una cultura.



 Paralelamente, el documental muestra otra de las falecencias por parte del Estado en cuanto a las gestiones que han realizado. Así, en 1991, con la privatización de YPF hubo una gran reducción de personal y muchisimas personas quedaron desempleadas, generando pobreza y dando lugar a lo que se conoce como "pueblos fantasma" por el necesario abandono que realizan del lugar, aquellas personas que vivían en los pueblos petroleros.